Democracia digital
La participación pública es una forma importante de dar voz a los ciudadanos en la elaboración de políticas digitales. La innovación en tecnología digital afecta cada vez más a la vida cotidiana, creando la necesidad de políticas más justas y equitativas que protejan los derechos e intereses de las personas. Las ciudades y otras instituciones, incluidas las plataformas digitales, pueden utilizar programas participativos para crear consenso en torno a los derechos y problemas digitales. Estos podrían incluir la privacidad de los datos, los daños en línea, la inteligencia artificial y el sesgo de los algoritmos.
A pesar de la relevancia y urgencia de los problemas digitales, queda mucho trabajo por hacer para dar a la gente corriente poder sobre las decisiones públicas que afectan a sus derechos digitales. A la hora de elegir qué enfoque participativo o deliberativo adoptar, es especialmente importante considerar qué grupos tradicionalmente marginados y excluidos tienden a verse desproporcionadamente afectados por la brecha digital y los perjuicios digitales. Una combinación de iniciativas puede resultar eficaz.
Muchos gobiernos locales y nacionales han recurrido a la Elaboración participativa de políticas para recabar la opinión de los ciudadanos sobre aspectos concretos de la gobernanza y las políticas digitales. Algunas de estas iniciativas también han incorporado plataformas digitales de participación cívica para facilitar el compromiso, aunque deben tomarse medidas para garantizar que no se priva de derechos a las personas con niveles más bajos de alfabetización digital.
Lasasambleas de ciudadanos, los presupuestos participativos y el teatro legislativo también pueden utilizarse para dar a la gente poder sobre la toma de decisiones digitales, aunque se trata de un campo aún en desarrollo. Siga leyendo para ver cómo se practica la democracia digital en todo el mundo